A lo largo de mi etapa deportiva he podido tener muchos entrenadores, todos han aportado cosas buenas y cosas menos buenas, hasta los que no han sido de mi gusto.
Pero una cosa que me llamó la atención fue un entrenador que parecía que estaba a muerte con nosotros, y decía que sus valores eran la unión y el sacrificio por el equipo, lo más importante. En cambio por detrás de nosotros cuando hubo problemas de cobro cogía dinero sin que nosotros supiéramos nada y dándonos la espalda.
En cambio tuvimos otro que nos aportó todas las cosas que sabía. Nos decía que corrían tiempos difíciles y que un trabajador como él que tenía la obligación de enseñarnos debía de estar con nosotros para cualquier cosa.
Futbolísticamente nos transmitía una gran cantidad de conceptos y los repasaba para intentar perfeccionarlos haciendo horas extras. Además era una persona muy cualificada. Nos ayudó a ser mejor personas aplicando todo lo que sabía e intentando aprender de nosotros como él decía. La verdad es que nos preparó muy bien para la vida mientras estuvo con nosotros. No le importaba la hora que fuera, era como un tutor a parte de un entrenador.
Nos demostró no solo tener cualidades, sino que lo importante es exprimirlas y ponerlas en práctica.
Gracias míster.
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