Muchas veces las cosas que más felicidad y vitalidad nos aportan son las cosas que requieren cierto riesgo, pero que hacen que encuentres el motivo por el que levantarte cada día.
En el documental de Informe Robinson de Iñaki Ochoa de Olza, un alpinista que murió en el Himalaya, habla sobre esto.
Subir estas montañas de gran longitus y mayor riesgo comporta que la muerte este más cerca que haciendo otro tipo de actividades rutinarias, pero muchas veces, haciendo estas cosas habituales no encontramos la felicidad.
Os propongo que veáis este vídeo y penséis sobre lo que estoy hablando. ¿Qué merece más la pena, morir viviendo o vivir muriendo? Es una pregunta complicada, pero que creo que lleva a una bonia reflexión.
Víctor estoy totalmene de acuerdo con lo que hemos hablado esta mañana. El equilibrio es la eprfección y donde que hay que acercarse. Por regla general los extremos nunca son buenos.
ResponderEliminarEso, ni lo uno ni lo otro.
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